7 consejos para aprender un idioma en tiempo récord

Sabemos que dominar al menos dos idiomas nos abre las puertas a nivel profesional. Pero no todas las personas tienen esa gran habilidad y facilidad de absorber diferentes lenguas de una forma eficaz y sobre todo rápida. Pensando en ello, hemos agrupado en una lista los mejores consejos para que buenas ser bilingüe o trilingüe sin morir en el intento.

1- Visualiza el propósito de tu aprendizaje

A pesar de resultar evidente, si no tienes un buen motivo para aprender otro idioma, es muy probable que pierdas la motivación con el tiempo. Al final lo que realmente cuenta es comprometerte contigo mismo y cumplirlo.

2- Práctica todos los días

Independientemente de los elementos o método de estudio que utilices, si no dedicas al menos 30 minutos al día, no verás los avances rápidos que tanto esperas y te puedes frustrar. El éxito dependerá de ti.

3- Consigue un compañero que no hable tu idioma

La necesidad de querer comunicarte con este nuevo amigo, te motivará casi por obligación a ir conociendo nuevas frases día a día para poder mantener un diálogo con el. Lo ideal sería un roommate o hasta una pareja sentimental (si eres soltero).

4- Enfoca tu práctica hablando más que leyendo

Generalmente lo que las personas buscan en un principio es poder comunicarse, por eso trata de que tus esfuerzos vayan dirigidos a pequeños diálogos diarios con algún compañero extranjero, será mucho más divertido y útil que solo leer libros.

5- Diviértete

Usa tu imaginación y creatividad para que tus conocimientos con esa nueva lengua sea mucho más digerible, bien sea a través de juegos didácticos, canciones, películas cómicas sin subtítulos, entre otros.  

6- Revive tu infancia

Intenta aprender tal y como lo hacen los niños. No te avergüences de ver pelis o cómics de niños, ya que se ha demostrado que los diálogos son mucho más sencillos y digeribles.

7- Procura estar fuera de tu zona de confort

Si ya no sientes miedo de equivocarte quiere decir que estás potencialmente preparado para ponerte a ti mismo en situaciones aún más difíciles. Como el hecho de mantener conversaciones más formales en el trabajo o algún desconocido. No hay mejor método para aprender que equivocándonos.