Harry Potter | Los errores más grandes de la exitosa saga del cine
Por Florencia Freijo
J. K. Rowling ha demostrado ser una escritora, productora de cine y guionista fenomenal. La británica es la creadora del mundo mágico de Harry Potter, y tanto los libros como las películas se convirtieron en un éxito a través de los años, entrega tras entrega.
Pero como todo en esta vida, no es perfecto. Y a pesar de una popularidad innegable y una calidad en los relatos fantásticos, tanto en papel como en la pantalla la saga tiene una serie de errores que muchos pasaron por alto, pero que existen.
Atención fans, hagamos una lista de los siete errores más groseros o evidentes de la saga:
1. Velas que no son voladoras: En la primera película "Harry Potter y la Piedra Filosofal" se ve claramente que las velas no están flotando, sino que están agarradas por cables.
2. Camarógrafos en Hogwarts: En "Harry Potter y la Cámara Secreta" un error evidente: uno de los camarógrafos aparece en escena entre los estudiantes que miraban fascinados el duelo mágico de Harry Potter y Draco Malfoy.
3. Cabellera mágica: En "Harry Potter y la Piedra Filosofal" el profesor Quirinus Quirrell ocultaba toda clase de secretos bajo su turbante. No sólo la presencia Voldemort, sino a su enigmática cabellera que aparecía y desaparecía durante la película. Podría haberse evitado con un turbante un poco más grande.
4. Algunas cosas desaparecen: En "Harry Potter y el Prisionero de Azkabán", el seto de afuera de la casa de los Dursley desaparece luego de que Harry infla a la tía Marge.
5. Toallas intercambiables: En "Harry Potter y el Cáliz de Fuego", el protagonista primero aparece envuelto en una toalla blanca, pero luego se lo ve con una toalla azul.
6. Cambio de camiseta: En "Harry Potter y La Órden del Fénix" durante la pesadilla de Harry, él aparece primero con una playera azul clara, pero se levanta con una de tono oscuro y otro modelo.
7. La cicatriz de Harry desaparece: En "Harry Potter y la Piedra Filosofal" hay un grave error de maquillaje que deja en evidencia que la clásica cicatriz de Harry desaparece cuando es bebé.
A pesar de estas incongruencias no podemos negar que estamos ante una de las mejores sagas fantásticas de los últimos tiempos.