Sophie Turner confesó haber contemplado el suicidio a causa de su participación en Game Of Thrones

Crecer bajo el foco del ojo público siempre ha sido una lucha constante para las jóvenes celebridades, así fue el caso de nuestra querida Lady de Winterfell, Sansa Stark, la actriz Sophie Turner.

Sí, Turner solo tenía 13 años cuando inició el rodaje fantástico de Game of Thrones. Es así como los cambios físicos propios de la pubertad han sido expuestos frente a millones de personas que tienen mucho qué decir sin dejar espacio a la compasión, empatía o respeto hacia la artista.

"Las personas solían decir 'Dios, Sansa subió 10 libras', 'Sansa debe perder 10 libras', 'Sansa está gorda', (…) solía recibir muchísimas críticas acerca de mi piel y mi peso, además acerca de cómo era una terrible actriz" comentó la intérprete de 23 años.

Aunque este show transmitido por la cadena HBO le otorgó una nominación a Mejor Actriz en serie de televisión en los premios Young Artist Award, la presión social tomaba un papel más importante a sus 17 años cuando sufrió por primera vez un episodio depresivo causado por el constante odio que se transmitía desde las redes sociales. "Solía pensar demasiado acerca del suicidio cuando era más joven, no sé si lo hubiese hecho", indicó Sophie en una entrevista para el programa Dr. Phil.

"Me decía a mí misma 'Si, mi piel es fea. Estoy gorda. Soy una mala actriz' me lo creía todo. Hacía que el departamento de vestuario me ajustara extremadamente el corset. Me volví demasiado insegura", aseveró la novia de Joe Jonas. Sin embargo, actualmente se encuentra más saludable que nunca y nosotros celebramos su inspiradora fuerza.